Implantación y Mantenimiento de Sistemas de Protección de Datos (RGPD)
¿QUÉ ES LA PROTECCIÓN DE DATOS?
La protección de las personas físicas en relación con el tratamiento de datos personales es un derecho fundamental protegido por el artículo 18.4 de la Constitución Española. Además, el Tribunal Constitucional en su Sentencia 94/1998, de 4 de mayo, señaló que es un derecho fundamental por el que se garantiza a la persona el control sobre sus datos personales y sobre su uso y destino, para evitar el tráfico ilícito de los mismos o lesivo para la dignidad y los derechos de los afectados. Por su parte, en la Sentencia 292/2000, de 30 de noviembre, lo considera como un derecho autónomo e independiente que consiste en un poder de disposición y de control sobre los datos personales que faculta a una persona para decidir cuáles de esos datos proporcionar a un tercero.
La protección de los datos personales es, por lo tanto, un derecho fundamental que reconoce a los ciudadanos la capacidad de controlar la información que otros tienen sobre ellos, y la capacidad para disponer y decidir sobre estos datos.
Los datos personales se deben proteger para evitar que sean vulnerados, adulterados o utilizados de forma fraudulenta, mediante el establecimiento de una serie de medidas de control, que serán más o menos exigentes dependiendo de la relevancia de la información, y de los tipos de datos que se vayan a tratar.
¿QUÉ NORMATIVA REGULA LA PROTECCIÓN DE DATOS?
Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD).
El Reglamento General de Protección de Datos (Reglamento (UE) 2016/679 – RGPD) supone la revisión de las bases legales del modelo europeo de protección de datos más allá de una mera actualización de la vigente normativa, por ello ha resultado necesario una adaptación del mismo a la legislación estatal, dando lugar a la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
La Ley Orgánica 3/2018, establece, así mismo, las funciones y potestad que debe tener la Agencia Española de Protección de Datos, su conformación, su financiación y su composición.
Por último, resulta destacable, el Título X, que acomete la tarea de reconocer y garantizar un elenco de derechos digitales, destacando entre ellos:
- Neutralidad de la Red.
- Acceso universal.
- Testamento digital.
- Protección de menores.
- Libertad de expresión.
- Desconexión digital.
El punto de origen, tanto de la ley como del reglamento, es el consentimiento del afectado para el tratamiento de sus datos; una manifestación de voluntad libre, específica, informada e inequívoca por la que este acepta, ya sea mediante una declaración o una clara acción afirmativa, el tratamiento de los datos que le conciernen. Además, el solo consentimiento del afectado no bastará para levantar la prohibición del tratamiento de datos especiales.
Por un lado, la finalidad de esta nueva Ley Orgánica tiene que ver con nuestra relación con Internet puesto que se ha convertido en una realidad omnipresente tanto en nuestra vida personal como colectiva. Una gran parte de nuestra actividad profesional, económica y privada se desarrolla en la Red y adquiere una importancia fundamental tanto para la comunicación humana como para el desarrollo de nuestra vida en sociedad.